Por algunos días, la señora Sirlita Kopsch, de 63 años, necesitó quedarse internada en UTI del Hospital Santa Isabel (SC) para la retirada de un tumor.

Como adoraba los batidos y el marido le preparaba todo en su desayuno diario, la paciente preguntó al equipo multidisciplinar si podría tomar un batido de plátano con leche. El pedido fue gentilmente atendido por los profesionales y ella, agradecida, hizo una señal con el pulgar arriba para indicar su agrado, con la mano derecha, ya que estaba con limitaciones para hablar en aquella ocasión.